Publicado en: 14/06/2024
¿Conoce ya todas las fases del cultivo de una planta de cannabis? Aquí tienes un resumen detallado
Cada planta de cannabis pasa por diferentes fases de crecimiento, cada una con características y necesidades específicas. En este artículo, exploraremos en detalle las distintas fases de crecimiento de la planta de cannabis, proporcionando una guía completa para cultivadores, desde principiantes hasta expertos.
Las diferentes fases
El crecimiento de la planta de cannabis puede dividirse en seis etapas principales:
- germinación;
- plántula;
- crecimiento vegetativo;
- prefloración;
- floración;
- cosecha.
Cada una de estas fases requiere unas condiciones ambientales específicas, nutrientes y cuidados adecuados para garantizar una planta sana y una cosecha abundante.
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Fase 1: germinación
La fase de germinación es el primer paso en la vida de una planta de cannabis. Comienza cuando se planta la semilla de cannabis y termina cuando emerge la plántula. Durante esta fase, la semilla absorbe agua, se hincha y se rompe, permitiendo que emerja la plántula.
Las condiciones ideales para la germinación incluyen una temperatura de entre 20 y 25 °C y una humedad elevada, en torno al 70-80%. La luz no es necesaria hasta que la semilla haya germinado.
El proceso de germinación comienza con la hidratación de la semilla, que puede remojarse en agua durante 12-24 horas. A continuación, la semilla se transfiere a un sustrato húmedo, como papel secante, o directamente a tierra húmeda. Al cabo de unos días, la semilla se abrirá y aparecerá la radícula, lo que indica el inicio de la fase de plántula.
Fase 2: plántula (seeding)
Cuando emerge la radícula, la planta entra en la fase de plántula. Durante esta fase, aparecen las primeras hojas verdaderas, conocidas como hojas cotiledonares. Hay que prestar atención al color de las hojas, que, si se vuelven amarillas, significa que la planta ha sido atacada por un hongo que causa la mancha foliar septoriosis, comúnmente conocida como septoriosis.
La fase de plántula se caracteriza por un crecimiento lento pero constante, en el que la planta desarrolla un sistema radicular más robusto y empieza a producir hojas más grandes y numerosas.
Las condiciones ideales para la fase de plántula incluyen una temperatura de 20 a 25°C y una humedad del 65-70%. La planta necesita un fotoperiodo de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. Durante esta fase, es importante mantener la tierra húmeda pero no empapada y proporcionar un abono ligero rico en nitrógeno.
Fase 3: crecimiento vegetativo
Durante esta fase, la planta tiene un rápido crecimiento y desarrolla un fuerte aparato foliar y un sistema radicular. Las plantas aumentan considerablemente en altura y anchura, preparándose para la siguiente fase de floración. Para optimizar esta fase, muchos cultivadores prefieren utilizar semillas feminizadas que garantizan plantas de calidad.
Las condiciones ideales para el crecimiento vegetativo incluyen una temperatura de 22 a 28 °C y una humedad del 40 al 70%. La luz sigue siendo necesaria durante 18 horas al día.
Es importante aumentar el riego a medida que la planta crece y utilizar abonos ricos en nitrógeno y potasio. Además, se pueden utilizar prácticas de poda como el topping para fomentar el crecimiento lateral y hacer que la planta sea más robusta.
Fase 4: prefloración
Durante esta breve fase de transición, la planta muestra los primeros signos de sexo: las plantas masculinas desarrollan sacos de polen, mientras que las femeninas desarrollan pistilos blancos.
Las condiciones ideales para la prefloración incluyen una temperatura de entre 20 y 26 °C y una humedad del 40-50%. Es importante cambiar el fotoperiodo a 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad para estimular la floración.
Durante esta fase, es crucial identificar el sexo de las plantas y eliminar las plantas macho para evitar la polinización no deseada de las plantas femeninas.
Fase 5: floración
La fase de floración es cuando la planta produce sus flores, también conocidas como cogollos. Esta fase es crucial para la calidad y la cantidad de la cosecha. Las plantas femeninas desarrollan cogollos resinosos, mientras que las masculinas producen sacos de polen.
Las condiciones ideales para la floración incluyen una temperatura de entre 20 y 26°C y una humedad del 40-50%. La luz debe seguir siendo de 12 horas al día. Durante esta fase, es importante continuar con el riego regular, evitando el exceso de agua, y utilizar abonos ricos en fósforo y potasio. Además, suele ser necesario sujetar las ramas pesadas de los brotes con abrazaderas o redes.
Fase 6: recolección
La fase de cosecha es la culminación del cultivo. El momento de la cosecha es crucial para maximizar el potencial de la planta.
Los signos clave que indican el momento adecuado para la cosecha incluyen el cambio de color del pistilo de blanco a naranja/marrón y la transición de los tricomas de transparente a blanco lechoso o ámbar.
El procedimiento de recolección comienza cortando las ramas principales de la planta. A continuación se manicuran, eliminando las hojas más grandes y las que rodean los cogollos. A continuación, las sumidades se secan colgando las ramas en un entorno oscuro y ventilado durante 7-14 días. Tras el secado, los cogollos se almacenan en recipientes herméticos durante un periodo de 2 a 4 semanas, un proceso denominado curado, que mejora el sabor y la potencia del cannabis.
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Conclusiones
Cultivar una planta de cannabis requiere prestar mucha atención a todos los detalles de las distintas fases de crecimiento. De hecho, cada fase tiene sus propios requisitos específicos en términos de luz, temperatura, humedad y nutrientes, y cuidar la planta adecuadamente en cada etapa es esencial para obtener una cosecha de alta calidad.
Es fundamental vigilar constantemente las plantas para detectar signos de estrés o enfermedad. Además, estar preparado para ajustar las condiciones ambientales en función de la respuesta de las plantas puede marcar la diferencia entre una cosecha mediocre y otra excepcional. Por último, seguir aprendiendo y experimentando con nuevas técnicas puede ayudar a los cultivadores a mejorar continuamente sus resultados. Comprar semillas de cannabis de calidad, como las que vendemos en SensorySeeds, garantiza el rendimiento final de la planta.
Cultivar cannabis puede ser una actividad gratificante, no sólo por la cosecha final, sino también por el proceso en sí. Con los cuidados y la atención adecuados, todo cultivador puede experimentar el placer de ver cómo sus plantas florecen y producen exuberantes flores.