Publicado en: 30/08/2024
La fase de trasplante es un momento fundamental: puede determinar la salud y la productividad final de las plantas
Trasplantar una planta de cannabis no es simplemente un proceso mecánico de traslado de un contenedor a otro más grande; es un procedimiento que, si se realiza correctamente, puede mejorar drásticamente el crecimiento de las raíces, la floración de las semillas de cannabis, la salud general de la planta y, finalmente, la calidad y cantidad de la cosecha.
¿Cuándo es el momento adecuado para trasplantar?
Identificar el momento adecuado para el trasplante de las plantas de cannabis es esencial para evitar estrés innecesario a la planta. El momento preciso varía según la variedad de cannabis y las condiciones específicas de crecimiento, pero hay algunas señales comunes que indican cuándo una planta está lista para ser trasplantada.
Por lo general, las plantas jóvenes de cannabis deben ser trasplantadas cuando han desarrollado un sistema radicular robusto, pero aún no están demasiado apretadas. Esto suele ocurrir después de 3-4 semanas desde la germinación, cuando la planta ha alcanzado una altura de aproximadamente 15-20 centímetros. Una señal clave que indica la necesidad de trasplante es la aparición de raíces que emergen por los orificios de drenaje del contenedor actual. Esto significa que las raíces han llenado completamente el espacio disponible y necesitan más tierra para expandirse aún más.
Otro indicador es la desaceleración del crecimiento. Si notas que tu planta ya no crece con la misma rapidez que antes y las hojas comienzan a amarillear, podría ser una señal de que las raíces no tienen más espacio para expandirse y absorber nutrientes de manera efectiva. En este caso, el trasplante es necesario para proporcionar a la planta el espacio y los nutrientes que necesita para continuar creciendo vigorosamente.
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Preparación para el trasplante
Antes de proceder con el trasplante, es importante preparar todo lo necesario para asegurar que el proceso sea lo más fluido y menos estresante posible para la planta. Necesitarás:
- Un nuevo contenedor más grande, preferiblemente de plástico o tela, con orificios de drenaje adecuados;
- Tierra de alta calidad, bien drenada y enriquecida con perlita o vermiculita para mejorar la aireación y el drenaje;
- Herramientas de jardinería como una paleta, tijeras limpias y desinfectadas, y guantes.
El nuevo contenedor debe ser de un tamaño que permita a la planta crecer libremente durante al menos otras 4-6 semanas sin necesidad de otro trasplante. En general, se recomienda utilizar un contenedor que sea al menos el doble del volumen del actual.
El sustrato es otro elemento fundamental. La tierra ideal para el cannabis es ligera, bien aireada y rica en nutrientes.
El proceso de trasplante
El trasplante de las plantas de cannabis requiere delicadeza y atención para evitar dañar las raíces y estresar la planta. Aquí hay una guía paso a paso sobre cómo realizar el trasplante correctamente:
- Hidratación: comienza regando ligeramente la planta en el contenedor actual unas horas antes del trasplante. Esto hará que la tierra sea más compacta y facilitará la extracción de la planta sin dañar las raíces.
- Preparación del nuevo contenedor: llena el nuevo contenedor con el sustrato preparado, dejando un espacio central para insertar la planta. Compacta ligeramente la tierra para evitar que se hunda demasiado una vez regada.
- Extracción de la planta: invierte cuidadosamente el contenedor actual sosteniendo una mano sobre la tierra con la planta entre los dedos. Con la otra mano, golpea suavemente el fondo del contenedor para aflojar la tierra y deslizar la planta hacia afuera. Si el contenedor es de plástico, también puedes apretar ligeramente los lados para facilitar la extracción.
- Inspección de las raíces: una vez extraída la planta, inspecciona las raíces. Si están muy enredadas, desenredarlas suavemente con los dedos. Si algunas raíces están dañadas o podridas, retiralas con tijeras limpias y desinfectadas.
- Colocación en el nuevo contenedor: inserta la planta en el nuevo contenedor y agrega tierra alrededor de las raíces, compactando ligeramente. Asegúrate de que la planta esté colocada a la misma profundidad que en el contenedor anterior para evitar enterrar demasiado el tallo.
- Riego: después de trasplantar, riega abundantemente la planta para ayudar a que la tierra se estabilice y las raíces creen un buen contacto con el nuevo sustrato.
Un buen trasplante puede influir positivamente en la salud general de la planta y, en consecuencia, en la calidad y cantidad de la cosecha. En particular, las semillas de cannabis autoflorecientes son conocidas por su resistencia y capacidad para adaptarse a diferentes ambientes, pero un trasplante realizado con cuidado puede mejorar aún más su rendimiento.
Cuidados post-trasplante
Los cuidados post-trasplante son igualmente importantes que el propio trasplante. La planta necesitará tiempo para adaptarse al nuevo entorno y podría mostrar signos de estrés, como hojas caídas o amarillamiento. Aquí tienes algunos consejos para asegurar una recuperación rápida:
- Colocación correcta: coloca la planta en un ambiente bien iluminado, pero evita la exposición directa al sol durante los primeros días para reducir el estrés.
- Riego: continúa regando regularmente, pero evita saturar el sustrato. Un suelo demasiado húmedo puede asfixiar las raíces y causar pudrición.
- Nutrientes: aproximadamente una semana después del trasplante, comienza a añadir nutrientes al sustrato para apoyar el crecimiento. Utiliza fertilizantes balanceados formulados específicamente para cannabis, como los fertilizantes específicos para variedades autoflorecientes, siguiendo siempre las dosis recomendadas.
Errores comunes a evitar
El trasplante de las plantas de cannabis puede parecer una operación simple, pero hay varios errores comunes que pueden comprometer la salud de la planta. Aquí tienes algunos errores que debes evitar:
- Trasplante demasiado temprano o demasiado tarde: trasplantar una planta demasiado temprano puede dañar las raíces aún frágiles, mientras que trasplantar demasiado tarde puede causar estrés a la planta debido a las raíces abarrotadas.
- Uso de sustrato de baja calidad: un sustrato de baja calidad puede retener demasiada agua o no proporcionar los nutrientes necesarios, afectando negativamente el crecimiento de la planta.
- Dañar las raíces durante el trasplante: manipular las raíces con demasiada fuerza puede causar daños que ralentice el crecimiento y hagan que la planta sea más susceptible a enfermedades.
- Exceso de riego: después del trasplante, las raíces podrían ser más sensibles al exceso de agua. Evita regar con demasiada frecuencia para permitir que las raíces se estabilicen.
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Conclusiones
El trasplante de las plantas de cannabis es una fase crítica en el ciclo de cultivo que requiere atención y cuidado. Comprender cuándo y cómo transferir tus brotes puede marcar la diferencia entre una planta sana y productiva y una planta que lucha por sobrevivir.
Siguiendo las pautas descritas anteriormente, puedes asegurarte de que el proceso de trasplante sea lo más suave posible y que tus plantas tengan todo lo necesario para crecer fuertes y sanas.
Recuerda, la paciencia y el cuidado son fundamentales en el cultivo de cannabis; cada paso del proceso contribuye al éxito de la cosecha final.
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