Publicado en: 12/07/2024
Si deseas cultivar cannabis en interiores porque no tienes espacio para hacerlo en el exterior, aquí hay algunos pasos que podrías seguir
Cultivar semillas de cannabis al interior requiere mucho conocimiento y atención a los detalles. Dos de los factores más cruciales para el éxito de una cultivación indoor son la luz y la humedad.
En este artículo, exploraremos la importancia de estos elementos y cómo gestionarlos para obtener el máximo de tu cultivo de cannabis.
El cultivo indoor
El cultivo indoor ofrece numerosas ventajas en comparación con el cultivo outdoor (al aire libre). Entre ellas, la posibilidad de controlar completamente el entorno, proteger las plantas de plagas y condiciones climáticas adversas, y cultivar durante todo el año. Sin embargo, para aprovechar al máximo estas ventajas, es esencial comprender cómo crear las condiciones ideales para el crecimiento de las plantas.
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Ventajas del cultivo indoor
El cultivo indoor de cannabis ofrece numerosas ventajas en comparación con el cultivo outdoor. En primer lugar, permite un control total sobre el entorno de crecimiento, incluidos factores como la luz, la humedad, la temperatura y la ventilación, garantizando condiciones óptimas para cada fase del ciclo vital de la planta.
Este control reduce el riesgo de plagas o parásitos, enfermedades e inclemencias del tiempo, que pueden dañar los cultivos al aire libre. Además, el cultivo en interiores permite la producción durante todo el año, independientemente de las estaciones, asegurando un suministro constante.
La privacidad y la seguridad son beneficios adicionales, ya que los cultivos en interiores son menos visibles y más difíciles de detectar. Finalmente, la posibilidad de optimizar y personalizar las condiciones de crecimiento puede llevar a mayores rendimientos y a una calidad superior del producto.
¿Qué luz utilizar?
Existen diferentes tipos de luces utilizables en la cultivación indoor, cada una con sus propias características y ventajas. Veamos cuáles son:
- Luces incandescentes: son económicas y fáciles de encontrar, pero emiten mucho calor y no son muy eficientes desde el punto de vista energético.
- Luces fluorescentes: emiten menos calor que las incandescentes. Son ideales para las fases iniciales del crecimiento de las plantas (germinación y vegetativa).
- Luces HID: estas luces son potentes y muy eficaces para el crecimiento del cannabis. Las lámparas MH (halogenuros metálicos) son ideales para la fase vegetativa, mientras que las lámparas HPS (sodio de alta presión) son perfectas para la fase de floración.
- Luces LED: son de las más eficientes y versátiles. Consumen menos energía, emiten menos calor y pueden utilizarse para todas las fases de crecimiento de la planta. La tecnología LED permite tener un espectro de luz completo, óptimo para el crecimiento del cannabis.
Espectro luminoso
Las plantas de cannabis requieren diferentes longitudes de onda de luz en las distintas fases de crecimiento. Durante la fase vegetativa, necesitan principalmente luz azul, que promueve el crecimiento de las hojas. Durante la fase de floración, la planta se beneficia más de la luz roja, que estimula la producción de flores.
Intensidad y distancia de la luz
La intensidad de la luz es crucial para la fotosíntesis y, por tanto, para el crecimiento de las plantas. Las plantas de cannabis requieren una alta intensidad luminosa, pero hay que tener cuidado de no exponerlas a un calor excesivo. La distancia entre la planta y la luz debe ajustarse según el tipo de lámpara utilizada. Por ejemplo, las luces HID deben colocarse a una mayor distancia en comparación con las luces LED para evitar quemar las hojas.
La importancia de la humedad
Humedad relativa
La humedad relativa (RH) es la cantidad de vapor de agua presente en el aire en comparación con la cantidad total que el aire podría contener a una determinada temperatura. El cannabis, como muchas otras plantas, necesita un cierto nivel de humedad para crecer de manera óptima, y la cantidad varía en cada fase de crecimiento..
- Fase de germinación: la humedad, incluso si se utilizan las semillas autoflorecientes, debería ser muy alta, entre el 70% y el 80% para favorecer la apertura de las semillas y el desarrollo de las primeras raíces.
- Fase vegetativa: la humedad debe estar entre el 40% y el 70%. Una mayor humedad favorece el crecimiento de las hojas, pero niveles demasiado altos pueden causar problemas de moho.
- Fase de floración: durante esta fase, la humedad debe reducirse al 40-50% para prevenir la formación de moho en las flores.
Control de la humedad
Es fundamental mantener el nivel adecuado de humedad. Aquí hay algunos instrumentos que pueden ser útiles:
- Humidificadores y deshumidificadores: estos dispositivos permiten añadir o eliminar humedad del aire, manteniendo los niveles deseados.
- Ventilación: es esencial un buen sistema de ventilación para mantener la humedad bajo control, evitando la acumulación de aire húmedo y estancado y previniendo el moho y los parásitos.
- Monitoreo constante: el uso de higrómetros para monitorear los niveles de humedad permite hacer ajustes rápidos.
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Conclusión
La cultivación indoor del cannabis ofrece un mayor control sobre las condiciones de crecimiento, permitiendo maximizar la calidad y la cantidad de la cosecha. Sin embargo, para obtener los mejores resultados, es esencial gestionar cuidadosamente la iluminación y la humedad.
Invertir en luces de alta calidad y en un sistema adecuado de control de la humedad puede marcar la diferencia entre una cultivación indoor mediocre y una cosecha excepcional con flores de alta calidad.
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¡Buena cultivación!