¿Cuánta agua necesita una planta de cannabis?

¿Cuánta agua necesita una planta de cannabis?

Publicado en: 21/06/2024

Como todas las plantas, las de cannabis necesitan una cantidad específica de agua

El agua es uno de los elementos que más influye en el rendimiento final de una planta. Es fundamental no solo al comienzo, después de haber plantado las semillas de cannabis, sino también durante toda la fase de crecimiento. La dosificación y la frecuencia del riego pueden determinar calidad y cantidad de la cosecha. 

Sin embargo, las necesidades de agua del cannabis pueden variar significativamente en función de la fase de crecimiento, el tipo de sustrato utilizado y las condiciones ambientales. Comprender estas variables es crucial para garantizar el éxito del cultivo.

En este artículo, exploraremos la importancia del agua en el cultivo de cannabis, proporcionando detalles sobre las dosis y frecuencias óptimas.

La función del agua

El agua desempeña una función vital en numerosos procesos fisiológicos del cannabis. Es esencial para la fotosíntesis, la transpiración, el transporte de nutrientes y el crecimiento celular. Sin un suministro adecuado de agua, las plantas de cannabis no pueden crecer correctamente, desarrollar flores de alta calidad o producir cannabinoides en cantidades óptimas.

Durante la fotosíntesis, el agua es un componente clave. La falta de agua puede reducir la eficacia fotosintética, perjudicando el crecimiento de la planta. Además, a través de la transpiración, el agua se evapora de las hojas, creando una corriente ascendente que permite el transporte de nutrientes del suelo a las hojas y las flores. Por último, el agua disuelve los nutrientes del suelo, dejándolos disponibles para su absorción por las raíces. 

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Dosificación de agua en diferentes fases de crecimiento

Las necesidades de agua del cannabis varían en función de la fase de crecimiento en la que se encuentren las plantas. Es importante adaptar la dosificación de agua para satisfacer estas necesidades específicas. Utilizar semillas de cannabis autoflorecientes puede ser una elección óptima para un buen cultivo.

agua en diferentes fases de crecimiento

Fase de germinación

Durante la germinación, las semillas de cannabis requieren un entorno húmedo pero no excesivamente mojado. El agua es esencial para activar las enzimas necesarias para el crecimiento inicial. Se puede utilizar un atomizador para mantener el sustrato húmedo sin distorsionarlo, con una temperatura ideal del agua de unos 20-25°C.

Fase vegetativa

En esta fase, las plantas crecen rápidamente y desarrollan raíces, hojas y tallos. Es necesario aumentar el suministro de agua para favorecer este vigoroso crecimiento. Es aconsejable regar hasta que el agua escurra por el fondo del recipiente, asegurándose de que todo el sustrato esté húmedo, dejando que la tierra se seque parcialmente entre riegos para evitar la pudrición de las raíces. La frecuencia de riego debe ser cada 2-3 días, dependiendo de las condiciones ambientales y del tipo de sustrato.

Fase de floración

Durante la floración, las plantas de cannabis necesitan menos agua que durante la fase vegetativa, pero es esencial evitar el estrés hídrico que podría comprometer la calidad de la flor. La cantidad de agua debe reducirse ligeramente en comparación con la fase vegetativa, asegurándose de que el suelo esté bien drenado para evitar el encharcamiento. La frecuencia de riego debe ser cada 3-4 días, vigilando cuidadosamente la humedad del suelo.

Frecuencia de riego y factores que influyen

La frecuencia de riego depende de varios factores, como el tipo de sustrato, el tamaño del recipiente, la humedad relativa y la temperatura del medio de cultivo.

  • Tipo de sustrato: los sustratos más arenosos requieren un riego más frecuente que los sustratos arcillosos o a base de turba, que retienen mejor la humedad.
  • Tamaño del recipiente: los recipientes más pequeños se secan más rápido y requieren un riego más frecuente que los grandes.
  • Humedad relativa: en entornos con mucha humedad, el agua se evapora más lentamente, lo que reduce la necesidad de regar con frecuencia.
  • Temperatura: las altas temperaturas aumentan la transpiración y la evaporación, lo que requiere un aumento de la frecuencia de riego.

Técnicas de riego para el cannabis

Existen varias técnicas de riego que pueden utilizarse en el cultivo de cannabis, cada una con sus propias ventajas e inconvenientes.

El riego manual permite controlar con precisión la cantidad de agua que se da a cada planta, pero requiere tiempo y una atención constante. Puede resultar difícil mantener un nivel de humedad constante. 

Los sistemas de riego por goteo proporcionan un suministro constante de agua y pueden automatizarse, reduciendo la evaporación y haciendo un uso eficiente del agua. Sin embargo, los costes iniciales de instalación pueden ser elevados y requieren un mantenimiento periódico para evitar que se obstruyan las boquillas. 

El riego por inundación y drenaje garantiza que el sustrato se humedezca por completo y es útil para el cultivo en grandes contenedores o macetas, pero conlleva el riesgo de encharcamiento si el drenaje no es adecuado y puede favorecer la pudrición de las raíces si no se gestiona correctamente.

Técnicas de riego para el cannabis

Gestión del agua en cultivos de interior y exterior

Las técnicas de gestión del agua pueden variar significativamente entre los cultivos de interior y los de exterior. 

El cultivo indoor (de interior) ofrece la ventaja de un mayor control sobre factores ambientales como la temperatura y la humedad, y la posibilidad de utilizar sistemas de riego automatizados. Sin embargo, es necesario vigilar constantemente el nivel de humedad para evitar problemas de moho y podredumbre de las raíces. 

Por otra parte, en el cultivo outdoor (al aire libre), el agua de lluvia puede reducir la necesidad de riego adicional y las plantas se benefician de una amplia exposición a la luz natural. 

Sin embargo, existen retos como la dependencia de las condiciones meteorológicas y la necesidad de proteger las plantas de fenómenos meteorológicos extremos como la sequía o las lluvias excesivas.

Problemas comunes de riego y cómo evitarlos

Problemas comunes de riego y cómo evitarlos. Un riego inadecuado puede causar diversos problemas a las plantas de cannabis. Estos son algunos de los problemas más comunes y cómo evitarlos:

  • Podredumbre de las raíces: causada por un riego excesivo y un drenaje insuficiente. Para evitarlo, es necesario utilizar un sustrato que drene bien y dejar que la tierra se seque entre riego y riego.
  • Estrés hídrico: causado por un riego insuficiente. Controlar la humedad del suelo y ajustar el riego en función de las necesidades de la planta ayuda a prevenirlo.
  • Acumulación de sales: el uso excesivo de fertilizantes y el riego con un alto contenido mineral pueden causar este problema. Para evitarlo, es necesario utilizar agua de buena calidad y aclarar periódicamente el sustrato con agua limpia.

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Conclusión

El agua es un elemento clave en el cultivo de cannabis. Un riego adecuado, teniendo en cuenta las dosis y frecuencias correctas, puede marcar la diferencia entre una cosecha abundante y de alta calidad y una pobre e insatisfactoria. Controlar cuidadosamente las necesidades de agua de las plantas, utilizar técnicas de riego eficientes y prevenir los problemas más comunes son pasos esenciales para cultivar cannabis con éxito.

Con una atención constante y una gestión cuidadosa del riego, los cultivadores pueden optimizar el crecimiento de sus plantas y garantizar un producto final excelente. 

Ya sea que estés cultivando indoor o outdoor (en interiores o exteriores), recuerda siempre que la clave para un cultivo exitoso reside en proporcionar a tus plantas exactamente lo que necesitan, cuando lo necesitan. Pero, sobre todo, utiliza semillas de cannabis de calidad, como las de SensorySeeds.