Publicado en: 13/05/2022
El símbolo del cannabis por excelencia, pero ¿lo conocemos realmente?
La cuestión ética que rodea al cannabis y sus usos sigue siendo, hoy más que nunca, muy controvertida, a pesar de las diversas confirmaciones científicas de sus potenciales efectos beneficiosos.
En varios estados, el uso de la marihuana con fines terapéuticos ha tenido mucho éxito, gracias sobre todo a la ausencia de efectos secundarios.
Las inflorescencias, de hecho, son ricas en principios activos que, si se utilizan de forma adecuada, pueden aliviar síntomas de diversa índole
Además, la planta de cannabis tiene muchos usos en diversos sectores además del terapéutico, como la construcción ecológica y la industria textil, y es un cultivo de alto rendimiento, gracias a la posibilidad de utilizar todas sus partes para diferentes fines.
Intentemos, pues, conocerla mejor, profundizando en las características y usos de sus hojas.
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¿Cuáles son las características de las hojas de marihuana? ¿Y cómo reconocerlos?
Cuando uno piensa en hojas de marihuana, sin duda le viene a la mente la clásica imagen representada en mecheros y camisetas de estilo jamaicano.
Pues bien, se trata efectivamente de una hoja de cannabis, pero quizá no sepas que hay varios tipos.
La hoja de la variedad sativa, por ejemplo, tiene una forma alargada y delgada, y tiene la peculiaridad de tener pronunciadas dentaduras.
En cuanto al color, las hojas de cannabis sativa tienen un tono verde lima más claro que las de la variedad indica.
Entrando en más detalles, el porcentaje de clorofila presente en este tipo de follaje es relativamente bajo, lo que nos permite deducir que el periodo de floración de esta planta es más largo que el de otras calidades de marihuana.
¿Pero la estructura de las hojas es sólo una cuestión estética?
No, en absoluto. Dependiendo de su forma y conformación, es más o menos adecuada para determinados métodos de cultivo.
En el caso concreto de la hoja de cannabis sativa, su fina estructura permite que la luz solar penetre hasta los niveles más bajos, lo que garantiza un buen rendimiento incluso con el cultivo tradicional.
Por otro lado, en la variedad índica, lo primero que salta a la vista es su forma claramente más corta y ancha en comparación con la variedad sativa.
La anchura, de hecho, es la principal peculiaridad de las hojas de esta calidad y también influye en su cultivo, especialmente en interior. De hecho, los cultivadores suelen recurrir al llamado método ScrOG para maximizar los rendimientos, pero la estructura del cannabis indica no se adapta a esta técnica. Las hojas, muy anchas, impedirían la penetración de la luz a niveles inferiores, comprometiendo así el crecimiento de la planta.
El color verde oscuro de estas hojas indica una alta concentración de clorofila, que parece facilitar la floración, reduciendo considerablemente el tiempo.
Otra variante del cannabis es la ruderalis. Esta variedad, como puede deducirse fácilmente de su nombre, tiene la particularidad de crecer espontáneamente en suelos infértiles.
Sus orígenes son muy antiguos y no se indican usos particulares de esta variedad.
En cuanto a la especificidad de sus hojas, son delgadas y de forma casi cónica. Podría confundirse fácilmente con la sativa, pero los cogollos de ambas variedades son muy diferentes. De hecho, las inflorescencias de la ruderalis son mucho más pequeñas que las otras y también menos potentes.
Para recapitular, hemos examinado brevemente las características de las tres principales variedades de cannabis de origen natural, pero como sabrás, también se han creado variedades híbridas a lo largo del tiempo.
Veamos el aspecto de una hoja de cannabis híbrida.
Como puedes imaginar, la variedad híbrida -el término que utilizamos para englobar todos los tipos de esta categoría- tiene características tanto de sativa como de índica.
La hoja híbrida, de hecho, es de tamaño intermedio y también en anchura se encuentra en algún lugar entre las dos.
Pero, ¿cuáles son las funciones de esta parte de la planta?
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La función de las hojas de marihuana es fundamental para la vida de la planta.
El cannabis es una planta y como tal necesita ciertos procesos para vivir. La principal es, sin duda, la fotosíntesis clorofílica.
En pocas palabras, las plantas obtienen su energía vital de la luz solar. ¿Pero cómo? Las hojas absorben la luz, como mini paneles solares, y se encargan de convertirla en savia, un nutriente muy importante.
Al mismo tiempo, las hojas absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno en el aire.
Además, mediante una cuidadosa observación del follaje, es posible obtener información útil sobre la salud de la propia planta. Las consecuencias visibles de problemas como el riego insuficiente o excesivo, la falta de luz o la carencia de nutrientes en el suelo, se reflejan muy claramente en las hojas, que pueden aparecer amarillentas, manchadas, secas o rizadas, según la carencia que sufran.
En definitiva, conocer las hojas es esencial para la detección temprana de posibles problemas que pueden llevar, en el peor de los casos, a la muerte de tu plantón.
Ahora que entendemos para qué sirven las hojas y qué funciones realizan, veamos si podemos utilizarlas y cómo.
¿Para qué se pueden utilizar las hojas de marihuana?
Como hemos visto, las hojas de cannabis cumplen una importante función durante la vida de la planta. Quizá ya sepas que cuando se cultiva marihuana -en los lugares y con los métodos permitidos por la ley- el objetivo es cosechar las inflorescencias, un concentrado de principios activos.
Pero, ¿hay alguna manera de hacer justicia a las pobres hojas después de todo el trabajo que han hecho para cultivar la planta?
Por supuesto que sí. De hecho, el follaje es una excelente fuente adicional de THC y CBD, aunque su concentración aquí es mucho menor que en las flores.
Después de la poda, puedes utilizarlos de diversas maneras, en los países donde la ley lo permite. Entre las principales se encuentran
- la cocción al vapor de las hojas secas;
- la preparación de productos comestibles como la mantequilla y el aceite para su uso en diversas recetas;
- la preparación de infusiones con las hojas frescas que no tienen las propiedades psicoactivas de los cogollos secos;
- el batido de cannabis;
- la creación de lociones faciales y corporales “hágalo usted mismo”.
Como puedes ver, los usos son variados y sería una pena tirarlos.
En conclusión, ¿tirar las hojas? Una verdadera lástima.
Las hojas de marihuana pueden decirte mucho, si se sabes observarlas.
En primer lugar, pueden decirte de qué variedad de cannabis se trata. En primer lugar, pueden indicar de qué variedad de cannabis se trata. Las hojas finas y alargadas son típicas de las sativas, mientras que las hojas anchas y cortas son típicas de las índicas.
En segundo lugar, reflejan la salud de la planta. Las hojas amarillentas o rizadas son una importante señal de advertencia y si te enfrentas a este escenario, debes reevaluar la cantidad de agua, nutrientes y luz que le estás dando al cannabis.
Por último, aunque no son comparables a las inflorescencias en términos de concentración de principios activos, pueden utilizarse de diversas maneras, minimizando los residuos tras la poda.
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