Publicado en: 02/05/2022
Algunos consejos para estimular la germinación y no dañar las frágiles raíces.
Hay varias formas de germinar las semillas de cannabis, siempre que la ley lo permita.
Lo primero y más importante es la germinación en toallas de papel. Práctico y rápido, garantiza resultados en pocos días.
Entonces, ¿por qué parece desaconsejable?
Veamos en qué consiste y cuáles son sus limitaciones y alternativas.
¿Qué es la germinación en toallas de papel?
La germinación de semillas de cannabis mediante el método de toallas de papel es sin duda uno de los métodos más populares. La razón puede ser que es fácil encontrar el material necesario y sencillo de aplicar.
Pero, ¿de qué se trata en detalle? Veámoslo juntos.
El primer paso que hay que dar, además de, obviamente, recuperar las semillas de marihuana, es encontrar una caja de plástico, que se presta a la causa.
Lo ideal es que sea de tamaño pequeño o mediano y que tenga tapa. Es importante que la caja conserve la humedad en su interior y que las semillas se mantengan calientes. La tapa también debe tener pequeños agujeros para permitir un mínimo de circulación de aire.
Ahora que has encontrado la caja ideal, puedes pasar al siguiente paso: elegir el papel absorbente que vas a utilizar.
Esto puede parecer una tontería, pero no lo es. La toalla de papel que eliges estará en contacto con los delicados cogollos y es mejor para todos si no los expone a productos químicos que serían absorbidos por la joven planta. Por este motivo, desaconsejo el uso de toallas de papel con diseños o escritos de colores. También es mejor que no sea demasiado grueso o fuerte, ya que puede sujetar las raíces con demasiada fuerza y comprometer la fase de trasplante.
Ahora está todo listo para empezar. Coge unas diez hojas de papel secante, recórtalas para que no se formen arrugas al colocarlas dentro de la caja y humedécelas con unas gotas de agua.
Es importante que las láminas estén bien impregnadas de agua en toda su superficie, sin que se empapen en exceso. Utilice un pulverizador si es necesario.
Evita regar en exceso y arriesgarte a que se forme agua estancada, lo que expondría a tus semillas al moho y los hongos. En cuanto al agua que utilices, elige la que tenga poca cal, como la potable, y asegúrate de que esté a temperatura ambiente.
Ahora puedes colocar tus semillas de cannabis dentro de la caja, dejando suficiente espacio entre ellas para evitar que los brotes y las raíces se enreden y se rompan fácilmente cuando las transfieras.
Pero, ¿dónde debes guardar tu caja de semillas para asegurarse de que favorece y no dificulta la germinación?
Lo ideal es mantenerlo en zonas cálidas de la casa, preferiblemente cerca de una fuente de calor. En esta fase, la temperatura es el factor ambiental más importante. La luz no es decisiva y no debes preocuparte por ello, al menos hasta que hayas obtenido tu plántula.
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¿Por qué no se recomienda la germinación en toallas de papel?
La razón principal por la que no se recomienda este método es muy sencilla: como hemos dicho, existe la posibilidad de que las raicillas y los brotes se aferran demasiado al papel, lo que supone un peligro real de que se dañan irremediablemente cuando se coloquen en la maceta.
También hay otra razón para ello, que es más fácil de evitar, pero sigue siendo arriesgada. El recipiente de plástico, a diferencia de la tierra para macetas, es incapaz de drenar el exceso de agua, exponiendo a las semillas a un estancamiento que dista mucho de ser saludable. En estas condiciones no es difícil que se forme moho, lo que le obligará a tirar todo.
Germinación del cannabis: ¿cómo hacerlo?
Entonces, ¿cómo proceder si quieres cultivar plantas de marihuana a partir de semillas?
Estos son los métodos preferidos por quienes ya los han cultivado con éxito.
- Según la mayoría, es preferible plantar las semillas directamente en el medio de cultivo y hacerlas germinar en el suelo. Veamos cómo.
Para hacerlo, basta con introducir la semilla a medio centímetro de profundidad y cubrirla con un poco de tierra. En este punto, hay que asegurarse de que está en un ambiente cálido y suficientemente húmedo (20° C bastará) y esperar a que germine, regando la tierra para que esté húmeda, pero nunca empapada. Demasiada agua hará que la semilla se pudra en lugar de permitir que germine.
También es bueno saber que las semillas en esta fase no necesitan que se les añade ningún nutriente o fertilizante: un poco de agua será más que suficiente, al menos durante las dos primeras semanas. El riesgo es quemar la planta incluso antes de que se convierta en una. - Como alternativa, el método de germinación con lana de roca también parece ser muy popular.
Este método requiere un poco más de cuidado, pero parece ser muy seguro para las raíces. Una vez colocadas las semillas en los cubos de lana de roca, se humedecen y se colocan en un mini-invernadero o en una bandeja. Al cabo de unos días los brotes ya serán visibles. Si eliges esta opción, asegúrate de remojar los cubos de lana de roca en agua con un pH ácido antes de colocar las semillas. Además, es necesario vigilar el estado de humedad de los cubos, que tienden a secarse muy rápidamente. - Por último, hablemos de la germinación en turba, un compuesto orgánico fibroso, que está disponible en cómodos discos.
Este método es muy bueno para germinar semillas de cannabis. Una vez comprados los discos, se procede a humedecerlos y a hacer un pequeño agujero en el sobre exterior, en el que se colocan las semillas. La ventaja de este método es que el disco puede colocarse directamente en la maceta con los brotes, eliminando así el riesgo de dañar las raíces en esta fase. Por otro lado, parece que no es seguro que la envoltura se disuelva una vez en el suelo, constituyendo así una trampa para el sistema radicular de la planta. En resumen, ¡se trata de un riesgo importante!
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En conclusión, ¿por qué evitar la germinación en toallas de papel? ¿Qué alternativas hay?
El método de germinación en papel absorbente es sin duda muy popular y no es nada complicado de aplicar. No requiere ningún equipamiento especial: todo lo que necesitas son unas toallas de papel (preferiblemente completamente blancas) y un recipiente de plástico, incluso reciclado.
Sin embargo, este método tiene sus limitaciones. El principal riesgo es que las raicillas queden atrapadas en la fibra de papel y se rompan durante el traslado a la maceta.
Además, el plástico no permite el drenaje normal del exceso de agua, exponiendo a las semillas al riesgo de pudrirse o ahogarse en un estancamiento perjudicial.
Afortunadamente, existen varias alternativas, como germinar en discos de turba, cubos de lana de roca o directamente en el medio de cultivo.
Esta última parece ser la más segura, ya que no requiere el traslado de los cogollos de cannabis, un paso delicado y arriesgado para las plantas jóvenes.
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