Publicado en: 15/09/2021
La germinación de las semillas puede parecer algo complicado, pero en realidad, si se conocen algunos trucos sencillos, la germinación es un proceso simple.
En Sensory Seeds llevamos mucho tiempo trabajando con semillas de marihuana, por lo que también hemos adquirido una gran experiencia en la germinación. Por ello, hemos decidido elaborar esta guía sobre cómo germinar cualquier tipo de semilla, apta para principiantes.
El cuidado y la atención necesarios para conseguir que las semillas de cannabis germine es el mismo de siempre, y cualquiera que tenga un pulgar verde lo sabe. Los que no están familiarizados con los mejores procedimientos pueden encontrarlo difícil.
Sin embargo, a medida que vayas leyendo, quedará claro que no es difícil: cualquiera puede hacerlo.
Normalmente, en lugar de ocuparnos de una bolsa de semillas, compramos o recibimos como regalo plantas ya bonitas y crecidas. Sin embargo, alguien puede pensar en el experimento que casi todos hicimos en la escuela cuando éramos niños, es decir, hacer brotar judías en un vaso con un poco de algodón.
Esto puede parecer un juego de niños, pero es evidente que hay que tener en cuenta varios factores para favorecer la germinación óptima de las semillas.
Averigüémoslo juntos.
Cómo germinar semillas de forma sencilla
Cuando quieras germinar una semilla, ya sea de cannabis o de cualquier otra especie vegetal, puedes utilizar varias técnicas.
Puede utilizar el método clásico de colocar las semillas directamente en el sustrato o el método de la toalla de papel. Ambos tienen ventajas e inconvenientes y pueden ser más adecuados para una semilla que para otra.
Veamos ambos con más detalle.
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Germinación de semillas en el sustrato
Para aprovechar este método de germinación de semillas, necesitarás una maceta o un recipiente pequeño y no muy profundo.
Para reciclar un poco, puedes utilizar viejos recipientes o bandejas de plástico (por ejemplo, de comida para llevar), pero en este caso tendrás que hacer agujeros en el fondo para poder recrear un sistema de drenaje adecuado; también puedes utilizar los cuencos de semillas adecuados.
Para empezar, hay que llenar el recipiente con sustrato y compost, lo que permitirá a las semillas alimentarse durante mucho tiempo y mantener la humedad adecuada, tras lo cual se puede proceder a la siembra.
Cuando se trata de semillas pequeñas (como las de marihuana) no es necesario plantarlas profundamente, es mejor mantenerlas casi en la superficie y cubrirlas con una pequeña cantidad de sustrato; si se trata de semillas más grandes, es mejor plantarlas más profundamente. De hecho, como regla general, debes plantar las semillas al doble de profundidad que su tamaño.
En cuanto al riego, en la primera fase es mejor dosificar el agua con un pulverizador o atomizador. Si utilizas una regadera o un dispositivo similar, corres el riesgo de “ahogar” las semillas o incluso de que se escapen.
Después de humedecer el sustrato, también es conveniente comprobar que las semillas están bien espaciadas, ya que si están demasiado juntas pueden germinar de forma irregular.
Llegados a este punto, es aconsejable poner las macetas o tiestos en un lugar protegido, lejos de la luz solar directa, pero al mismo tiempo no frío. También es mejor cubrirlas para que el compost no se seque demasiado rápido y las semillas permanezcan en la oscuridad, germinando más rápidamente.
Puedes ir a revisar las semillas todos los días, y en cuanto notes brotes verdes puedes quitar la tapa, pero nunca exponerlas al sol. A continuación, las semillas germinadas se deben regar y, cuando aparezcan las primeras hojas verdaderas, se pueden trasplantar.
Germinar las semillas con una servilleta
Para este método se necesita un recipiente con tapa que pueda cerrarse herméticamente.
Si quieres observar el proceso de germinación a medida que se produce, puedes elegir un recipiente transparente. Esto te permitiría observar los cambios sin interferir en ellos de ninguna manera.
A continuación, te explicamos cómo proceder.
Coloca una toalla de papel en el fondo del recipiente y humedécela con cuidado: debe estar húmeda, no goteando.
A continuación, coloca las semillas en la toalla de papel húmeda, separándolas un poco, tapa el recipiente y colócalo en un lugar oscuro donde no llegue la luz del sol. Esto se debe a que el recipiente no debe calentarse demasiado, ya que de lo contrario las semillas podrían verse afectadas y morir.
Una vez que las semillas hayan brotado y las plántulas hayan desarrollado raíces, puedes transferirlas al sustrato; si están adheridas a la servilleta, también se pueden plantar con la propia servilleta.
Incluso utilizando este método, es mejor regar con un pulverizador de agua.
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A conclusión
Como hemos visto, germinar semillas puede ser muy fácil incluso para quienes no tienen experiencia en este campo.
Después de esta breve discusión, esperamos que nuestros consejos te hayan resultado útiles y te recordamos que el cultivo de cannabis no está permitido del todo en España. Si te gusta coleccionar semillas de marihuana, te invitamos a echar un vistazo a nuestra tienda online Sensoryseeds.es
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