Cambiado el: 26/04/2022
Qué es la resina de cannabis, cómo se utiliza y por qué es tan famosa
Las curiosidades por el cáñamo no acaban nunca y, después de haberte contado tanto sobre semillas de marihuana, plantas y cepas diversas, decidimos hablarte de un producto muy particular. Sí, es precisamente la resina de marihuana, de la que tanto se habla ¡ya que es desconocida para la mayoría de la gente!
En este estudio en profundidad, encontrarás todo sobre la resina de cannabis Sativa e Indica: qué es, cómo se usa y cuáles son sus propiedades.
Recordando que en algunos países actualmente no es posible cultivar marihuana (por lo tanto, está prohibido germinar semillas de cannabis, producir flores, resina y otros productos con un alto contenido de THC), recomendamos que utilices este artículo solo con fines informativos y no para algún comportamiento ilegal.
Dicho esto, ¡comencemos de inmediato!
¿Qué es la resina de marihuana?
La resina de cannabis es un compuesto orgánico, pegajoso y rico en cannabinoides, secretado por los tricomas que se encuentran especialmente en las flores de cáñamo.
Los tricomas de marihuana son glándulas que segregan resina útil para proteger las plantas de parásitos, hongos y rayos ultravioleta.
Por tanto, podemos decir que la resina de estas plantas tiene principalmente una finalidad protectora pero, dado su efecto psicotrópico dado por el THC, también es muy utilizada por el hombre.
Habitualmente, los consumidores de cannabis extrapolan la resina de molinillos (grinder) o de tamices particulares sin tratarla (en este caso, el polvo que se obtiene comúnmente se llama Kief) o lo recogen de las inflorescencias y lo presionan cuando tienen el objetivo de producir hachís.
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Las principales formas en las que podemos encontrar resina de cannabis
Como ya anticipado, la resina se puede recolectar tanto directamente de las plantas (en el caso del hachís) como de herramientas especiales como el molinillo y la pipa (en el caso del Kief). Veamos, a continuación, el detalle de estos productos:
- Hachís: probablemente ya hayas consumido hachís en tu vida, pero tal vez no sepas que se trata de resina de marihuana recogida de las cimas de la planta, luego prensada en forma de bloques o bolitas, secada y dejada madurar. El hachís es un producto marrón o verde oscuro, más o menos maleable y utilizable casi como las flores de cannabis. La extracción de la resina para crear el llamado “humo” puede tener lugar bajo diferentes métodos; entre los más famosos se encuentran la extracción de flores secas de cannabis, frotando a mano (típico del Charas) y extracción mediante maquinaria como el Polinizador o similares.
- Kief, también llamado Kif: este producto no es más que resina de cannabis sin prensar, por lo tanto, el producto que “precede” al hachís. Generalmente, el Kief se consume en pequeñas cantidades y se recoge con el molinillo o con el uso de tamices especiales para flores de cannabis. Como puedes imaginar, si el Kif fuera presionado se convertiría en hachís.
Ambos productos son ricos en cannabinoides. En el caso de la resina clásica, obtenida a partir de plantas de cannabis Indica o Sativa, el ingrediente activo predominante es el tetrahidrocannabinol (THC), un compuesto psicoactivo capaz de alterar las percepciones y habilidades cognitivas y motoras de quienes la toman.
A diferencia de la resina de THC, la resina obtenida de plantas ligeras de cannabis contiene CBD en altos porcentajes y muy bajos contenidos de THC; por tanto, no es un producto psicotrópico.
Como imaginarás, la resina obtenida de plantas nacidas de semillas autoflorecientes, semillas feminizadas y semillas de floración rápida contiene altos porcentajes de tetrahidrocannabinol y se utiliza para el mismo fin que el consumo de flores secas de cannabis: hacer un uso recreativo o terapéutico.
Los usos (y efectos) del hachís y del Kief producidos por la resina de THC
Tanto el Kif como el hachís son auténticos concentrados de tricomas, por lo que tienen cantidades muy elevadas de cannabinoides (significativamente superiores a los que contienen los cogollos secos).
El kief se suele espolvorear sobre la mezcla de flores de cannabis y tabaco antes de enrollar el porro, para potenciar sus efectos, o se utiliza en cocina para preparaciones como la mantequilla de marihuana. Alternativamente, se cosecha en grandes cantidades, se prensa y se deja madurar para obtener hachís extraído en seco.
El Kif también se utiliza espolvoreado sobre cogollos previamente recubiertos de aceite de cannabis, con el objetivo de obtener un producto con un altísimo contenido de THC llamado Moonrock (concebido no hace mucho por el rapero estadounidense Kurupt).
El hachís, en cambio, se puede utilizar como los cogollos de marihuana: después de haberlo desmenuzado previamente, se combina con el tabaco durante la preparación de los porros o, alternativamente, se inhala a través de una pipa, un vaporizador o un bong.
Los efectos del kief y el hachís son similares (pero más intensos) a los de la marihuana. Entre los efectos a corto plazo más habituales encontramos:
- Euforia
- Sentimiento de felicidad
- Intensificación de los 5 sentidos, por lo tanto aumento de la percepción.
- Alteración del comportamiento
- Relajación muscular
- Reducción neta de cualquier dolor crónico
- Reducción/aumento de ansiedad y depresión según los casos
- Desorientación
- Aumento del apetito
Si se toma a largo plazo, especialmente en la adolescencia, el THC puede ser adictivo, crear dependencias y otros problemas que no deben pasarse por alto.
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En conclusión
Ahora ya sabes, en detalle, qué es la resina de marihuana, cómo se obtiene y cuáles son sus principales usos. En algunos países este producto todavía está prohibido por su alto contenido de THC, por lo que le aconsejamos que no lo produzcas.
En nuestro país, sin embargo, es legal comprar semillas de marihuana online, por lo que son puramente para coleccionistas.
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